El verdadero peligro en Sisal: corrupción, abuso de poder y simulación ambiental
- contacto1135
- 18 dic 2024
- 2 Min. de lectura

La paradisíaca costa de Sisal, en Yucatán, se enfrenta a una nueva amenaza que no proviene de los desarrolladores tradicionales, sino de un grupo oportunista disfrazado de ambientalistas. A través de la fachada de la "defensa ecológica," personajes como Guillermo Acosta Simón y sus aliados han encontrado una estrategia para manipular el destino de esta zona: bloquear el desarrollo legítimo mientras se llenan los bolsillos con negocios irregulares que destruyen el medio ambiente.
Los falsos ambientalistas: ¿Quiénes están detrás?
Guillermo Acosta Simón, el supuesto líder de "Unidos por Sisal," encabeza este entramado corrupto. Residente de la exclusiva zona de La Ceiba en Mérida, opera ilegalmente una casa en Sisal como un hotel encubierto, con servicio de alimentos y bebidas. Para levantar su propiedad, deforestó su terreno y construyó palapas en la Zona Federal Marítimo Terrestre (ZOFEMAT), lo que le valió una clausura de la PROFEPA. Sin embargo, lejos de aprender la lección, utiliza su influencia para frenar el desarrollo de los terrenos de sus vecinos, consolidando un monopolio en el negocio de rentas vacacionales y eventos privados.
Pero Acosta no actúa solo. Entre sus aliados encontramos a:
Vic Paré, un canadiense que deforestó su terreno y también fue clausurado por la PROFEPA.
Mike Kassouff, americano con el mismo historial de abusos ambientales.
Juan Carlos Cabeza de Vaca, socio del desarrollador inmobiliario Gustavo Cisneros Buenfil, quien promociona el desarrollo "Petén," señalado por violar toda normativa ambiental.
Un negocio turbio disfrazado de defensa ambiental
La red de corrupción no termina ahí. Natalia Uprimny, esposa de Guillermo Acosta Simón, colabora con David Campos, alias David Karuna, en retiros organizados en Casa Karuna, un supuesto centro de yoga que ha sido clausurado por albergar eventos donde se consumen drogas, "medicinas ancestrales" y se realizan actividades sexuales exclusivas para hombres. Este lugar también opera fuera de la legalidad y refleja la doble moral de quienes dicen proteger Sisal.
Además, Tamara Acosta Simón, hermana de Guillermo, adquirió un terreno en Sisal a la madre de Gustavo Cisneros Buenfil, lo que refuerza la conexión entre "Unidos por Sisal" y los intereses inmobiliarios irregulares de Cisneros.
La estrategia: detener a otros para seguir explotando Sisal
"Unidos por Sisal" no es una asociación legítima; es una herramienta para disfrazar intereses económicos y bloquear desarrollos ajenos. Mientras critican a los vecinos, ellos siguen destruyendo el medio ambiente para mantener sus propios negocios ilegales: casas de verano que operan como hoteles, centros de yoga clandestinos y eventos privados con venta de alcohol y sustancias ilícitas. Todo esto mientras aparentan ser defensores del ecosistema.
Un llamado urgente a la acción
Es momento de poner un alto a quienes han convertido Sisal en su patio de recreo privado, usando la simulación ambiental como excusa para lucrar y destruir. Las autoridades deben investigar a fondo estas conexiones turbias y aplicar la ley sin favoritismos. Sisal no necesita más depredadores, sino defensores reales que prioricen su equilibrio ecológico y social.
Sisal está en peligro, pero no por los grandes desarrolladores: el verdadero enemigo es esta red de corrupción que opera bajo la bandera de la protección ambiental.
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